Vino Blanco Moscatel de Alejandría

Podría ser la más antigua de las cepas, posiblemente antepasada de las otras vitis vinífera. Cuyo origen sea probablemente Alejandría e introducida a España por los romanos ya era conocida por los egipcios y griegos expandiéndose de esa manera por todo el mediterráneo, de ahí una de sus denominaciones "MOSCATEL DE ALEJANDRIA". El moscatel es una variedad blanca de maduración media y de usos múltiples (uva de mesa, pasas, mistelas y vinificación). La variedad moscatel en cuanto a viticultura posee una gran rusticidad adaptándose a todo tipo de suelos, si bien las mejores calidades de uva se obtienen en terrenos de suave pendiente y con cantos rodados. Sus bayas son gruesas, carnosas. Produce deliciosos vinos dulces de postre, que tienden a evolucionar con los años hacia el gusto de las pasas o de higos secos. Esta familia cuenta al menos con doscientos representantes e igual número de denominaciones (Moscatel Romano, Moscatel de Valencia, Moscatel Real, Etc), algunas con más calidad que otras, considerando la moscatel blanca de grano pequeño o fino una de las variedades más preciada de la vinicultura mundial. Se la conoce con los nombres de Muscat de Frontignan, Muscat de Alsace , Moscazo d´Asti entre otras denominaciones. No debe confundirse con el Moscatel de Alejandría, de esta se obtiene exquisitos vinos dulces, sobresalen los vinos blancos secos muy aromáticos (rosa, naranja, miel de azahar), frutas (durazno) especies (orégano) La mayor virtud del Moscatel de Alejandría es la combinación de notas voluptuosas envolventes con una agradable frescura y un final de boca franco, prolongado, sedoso y crujiente. El equilibrio entre su acidez y la fruta lo hace parecer en boca como un vino dulce, pero no lo es; aunque se obtienen buenos resultados elaborándolo como dulce. Gusta o no gusta no admite términos medios. Ideal para acompañar con empanadas o un buen locro.